Detrás de la tinta y la acuarela hay una apasionada montañista y gran artista, quien lleva a cabo sus pinturas a través de las sensaciones y los colores que percibe estando en las alturas. Ella es la estadounidense Nikki Frumkin, quien con solo 27 años, ya ha podido complementar sus dos grandes pasiones para hacer de ellas un estilo de vida sustentable. Cree en el arte como una herramienta poderosa para conectar al ser humano con el entorno natural y producir cambios positivos.
Fran Undurraga Jiménez